Teclas intangibles despliegan melodías
sobre las ramas de la acacia y el álamo.
Esferas de verdes paltas sacuden un árbol
que cual péndulos mortales…
mecen sus esmeraldas redondeces.
Mojadas, sudadas después de un día húmedo,
bailan ante las ráfagas del viento embravecido.
sin prever el tiempo del desgarro
y su estrepitosa muerte sobre el cemento…
Tronar espasmódico reluciente
plateado
torna la noche negra en destellos de hilos.
Electricidad buscando el polo inverso…
cae y hostiga el suelo con centellante esfuerzo,
como serpiente de
acero buscando su presa.
Un aguacero imprevisto lava las penas de transeúntes.
Desprevenidos cuerpos, levitantes de prisa,
corren despavoridos por la acera lavada…
Calles anegadas de turbulentas alcantarillas,
con paraguas cerrados por manos frías…
detiene su paso guareciendo su noctámbula humanidad.
Apelando a la amnesia de las horas,
que marca la secuencia sin final del tiempo…
mañana serás sol… verde… luz… y risa.
Nancy Nasr
19-06-11
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