Lo innato vs. lo adquirido?
(Breve
ensayo)
Qué influye más sobre un ser
humano, lo innato o lo adquirido? Inmenso debate filosófico he elegido como
respaldo de mi ensayo que se traduce en una increíble contienda de teorías de
aprendizaje, que reflexionan a cerca de cómo aprendemos y a partir de esto cuál
es la mejor forma de enseñar. Hasta alrededor de los años cincuenta esta
oposición era irreconciliable pero luego la contienda se moderó empezando a
reflexionar más detenidamente sobre esta cuestión, qué influye más en el
desarrollo conductual si la genética o el ambiente.
Digamos que aquí la cosa llegó a
un punto estanco, quienes defienden la herencia, se apoyan en ejemplos
conductuales donde el desarrollo evolutivo debe estar presente. Por
el contrario, en las genuinas conductas u otros aspectos propiamente
psicológicos, el calendario madurativo que impone la herencia juega un papel
menos importante, siendo el medio el que más influye en el perfeccionamiento de
tales comportamientos.
Es indispensable entender cómo se
aprende para poder intervenir en las distintas problemáticas del aprendizaje.
Aprendemos gracias a un bagaje de condiciones biológicas heredadas a través del
código genético o aprendemos en función del intercambio con el medio ambiente?
Un niño que nace y desarrolla su
crianza en un medio desfavorecido, con pobreza de estímulos tiene condicionada
su inteligencia o ese mismo niño es inteligente per se o dicho de otra forma, su inteligencia es
innata determinada por los genes de abuelos padres etc. Entonces, cuánto
favorece o desfavorece el medio donde se desarrolla?. Si cada uno de nosotros
estamos determinados genéticamente, cuál sería el fundamento de tanto
tratamiento, estimulación temprana, entrenamiento cognitivo, etc., etc.
En este punto, se podría decir
que si todo está genéticamente determinado, estemos donde y con quien estemos
llegaremos a nuestro máximo de desarrollo intelectual. Pero por el contrario
podría decirse que una persona con un bagaje genético no tan bueno o escasamente
favorable puede gracias a interactuar en
un medio estimulante llegar a desarrollos intelectuales impensados para su
condición biológica.
Parece ser que ni lo uno ni lo
otro son excluyente, sí es cierto que condiciones genéticas y biológicas mejores son un buen despegue para que esa
persona alcance su mejor desarrollo cognitivo conductual estimulado y orientado convenientemente, teniendo a su
alcance los instrumentos o herramientas necesarias para hacer fluir su desarrollo
hacia su mejor posibilidad. Pero también es cierto que no solo el plafond
genético alcanzará para lograrlo. Nada más hay que hacer alguna revisión de
situaciones de violencia, delincuencia, vagancia, adicciones, para darse cuenta
como un medio ambiente desfavorable anula casi por completo un buen estándar
genético.
Además muchos de nosotros hemos
leído o escuchado situaciones en donde hermanos
a veces mellizos, que poseen una carga genética casi idéntica, son
separados por alguna causa y criados en medios de diferentes calidad de estimulación
y como han tenido un desarrollo cognitivo conductual muy dispar.
Otra situación a observar y que
avala como el estímulo del ambiente incide en lo genético es la situación que
se da con el desarrollo de personas de capacidades diferentes por una deficiencia
genética como lo son por ejemplo quienes tienen Síndrome de Down.
Hasta hace pocos años, las personas que padecían
este síndrome se los consideraba prácticamente inhabilitados para realizar
tareas de cualquier grado de complejidad, con lo cual estaban destinados a
hacer una vida sedentaria, mirando todo el tiempo televisión o a depender de su
responsable hasta para vestirse o realizar su correcta higiene personal. Este
modo de entender su condición y sus
posibilidades intelectuales los condenaron a padecer obesidad y otros problemas
derivados de ésta que, aceleran y
complejizan un padecimiento concomitante del Síndrome que son los problemas
cardiológicos, conduciéndolos a veces a la muerte a penas llegada la juventud.
Hoy en día podemos observar como
un cambio de paradigma o de supuestos en
la problemática, es decir modificaciones en relación a su sedentarismo, a su
alimentación y a sus posibilidades de realizar tareas; posibilitó un cambio en
su expectativa de vida, en su inserción en el mundo del trabajo y hasta se
observa un aspecto físico diferente al anterior , mucho más estilizado y ágil.
Claro ejemplo éste de cómo un medio ambiente favorecido posibilita cambios y
posibilita un desarrollo más amplios de sus capacidades intelectuales y físicas.
La pregunta que sigue sería
¿podemos modificar ciertamente la carga genética? La respuesta no, pero sí
minimizar sus consecuencias sobre los aprendizajes y conductas.
La conclusión de todo esto y,
solo a los efectos de sentar una tercer posición, digamos que ni una cosa ni la
otra tienen exclusiva primacía sobre la conducta y el aprendizaje, sino que más
bien están íntimamente condicionadas, tanto lo genético como lo adquirido.
Una posición intermedia
seguramente redundará en beneficio tanto de aquellos que padecen un trastorno
genético o por el contrario su base biológica es la esperada para su edad. Un
medio ambiente favorable que ofrezca experiencias y materiales apropiados para
estimular el desarrollo cognitivo de un niño permite ponerlo de manifiesto y potenciarlo hasta el máximo de
sus posibilidades.
Sea cual sea la carga genética,
ésta se verá aprovechada al máximo si el medio ambiente es contenedor,
afectuoso y estimulante.
Nancy Nasr
4-11-2012
www.versosymasversos.blogspot.com
|
0 comments:
Publicar un comentario